¡Oh México! Patria mía
tan bella y tan singular,
gentil como la poesía
y dulce como cantar.
Además de las riquezas
naturales del lugar;
tan incontables grandezas,
tus inefables bellezas,
que nos causan bienestar,
nos dan todas las bondades,
que tienen las libertades.
Son tus leyes de reforma
para el progreso la norma
que camina a la igualdad;
por ellas, los mexicanos
nos sentimos más hermanos
gozando tu libertad.
Con más útil provecho
nos concedes el derecho
de saber y trabajar
y todas nuestras ideas
poderlas manifestar;
por eso mi Patria Hermosa,
grande, linda y milagrosa,
te digo: ¡Bendita seas!
Es el cinco de febrero,
una fecha memorable,
tan loable,
que el campesino y obrero,
no debieran olvidar
pues gozan el bienestar,
en esta patria dichosa
tan bella tan singular
gentil como la poesía
y dulce como el cantar.
Carmen G. Basurto