Que el lunes me pica un piojo y hasta el martes lo agarré,
para poderlo amarrar cuatro reatas reventé.
Para poderlo alcanzar ocho caballos cansé,
para poderlo matar cuatro cuchillos quebré.
Para poderlo guisar a todo el pueblo invité,
de los huesos que quedaron un potrerito cerqué.
De camino para León iba con un zapatero,
y ya me daba el ingrato veinte pesos por el cuero.
El cuerito del piojito lo quiero para botines,
para hacerle su calzado a esa bola de catrines.
El cuerito no lo vendo, lo quiero para tacones,
para hacerle su calzado a esa bola de ca…rteras,
y carteritas, bolsitas, para guardar,
volantes, los necesarios, y poderme organizar.
Que el lunes me pica un piojo y hasta el martes lo agarré,
para poderlo amarrar cuatro reatas reventé.
Para poderlo alcanzar ocho caballos cansé,
para poderlo matar cuatro cuchillos quebré.
Para poderlo guisar a todo el pueblo invité,
de los huesos que quedaron un potrerito cerqué.
De camino para León iba con un zapatero,
y ya me daba el ingrato veinte pesos por el cuero.
El cuerito del piojito lo quiero para botines,
para hacerle su calzado a esa bola de catrines.
El cuerito no lo vendo, lo quiero para tacones,
para hacerle su calzado a esa bola de cabrones,
y cabroncitos, hijitos de su mamá,
que roban lo necesario, para que pobre siga mi apá.