Con mi treinta treinta me voy a alistar
y engrosar las filas de la rebelión,
para conquistar, conquistar libertad,
a los habitantes de nuestra nación.
Con mi treinta treinta me voy a pelear
y a ofrecer la vida en la revolución,
si mi sangre piden, mi sangre la doy,
por los habitantes de nuestra nación.
Carabinas treinta treinta
que cargamos los rebeldes
que viva el Señor Madero
desde´l veinte de noviembre.
Gritaba Francisco Villa:
¿Dónde te hallas Argumedo?
Nos veremos en Bachimba
tú que nunca tienes miedo.
Madre mía de Guadalupe,
tú me has de favorecer,
para no rendir las armas
hasta morir o vencer.
Ya nos vamos pa´ Chihuahua
ya se va tu negro santo,
si me “quebra” alguna bala
ve a llorarme al camposanto.