PRIMER
ACTO
LA
CONJURACIÓN
HIDALGO.- Este es el momento para actuar, (mostrando un periódico) los españoles no
podrán hacer nada en contra de nosotros ya que tienen cosas que hacer en su
propia tierra.
CORREGIDORA.- Señor cura, lo
que sucede en España nos favorece, será en poco tiempo seremos un país libre,
solo me preocupa saber si el pueblo nos seguirá.
HIDALGO.- El pueblo estará
con nosotros, el pueblo sigue siempre a los que les ofrecen alivio a sus penas
y nosotros hemos abrazado la causa.
ALLENDE.- No todos saben
escuchar al pueblo, porque para ello quien los oye debe conocer los
sentimientos de la nación.
ABASOLO.- El pueblo grita de
dolor, que solo los que están en el poder y en la riqueza no los escuchan o no
los quieren escuchar.
HIDALGO.- Es por esa razón
que el pueblo nos seguirá, nosotros los hemos escuchado y les enseñamos a
luchar por su libertad y por sus derechos humanos. (Levantándose) Ya es bastante tiempo de a ver recibido un trato
como bestias y ser explotados todos prefieren morir luchando por sus mujeres y
por sus hijos.
CORREGIDORA.- El indio muere
y de miseria, mientras el dominador vive rico y feliz.
UN PERSONAJE.- ¡No tenemos armas
y parque! ¿Qué haremos, señor cura?
HIDALGO.- Ya tenemos algunas
y otra parte se las quitaremos a nuestros enemigos. Ay muchas cosas que nos
servirán entre ellos las piedras las hondas, los palos… el más grande armamento
será el valor y el arrojo.
ALLENDE.- Señor cura, el
regimiento de la reina, solo espera saber la fecha.
UN PERSONAJE.- Recuerde
señor cura, que aun no sabemos si los mestizos apoyaran nuestra causa.
HIDALGO.- Clara que nos
apoyaran si son los más descontentos con el régimen y la sociedad
ALDAMA.- Es necesaria la
independencia, solo queremos saber una cosa ¡LA FECHA!.
HIDALGO.- (con decisión) ¡El primero de octubre!
¿Convenidos?
GRUPO.- (aplaudiendo con regocijo) ¡Aprobado¡¡Aprobado!
ABASOLO.- ¡Viva nuestro
caudillo!
GRUPO.- ¡Viva!
CORREGIDORA.- Señores
recuerden que pueden descubrirnos y por ello perderse la causa.
ALLENDE.- ¿A caso el señor
corregidor no está con nosotros?
CORREGIDORA.- Esta con
nosotros es por eso que no quiere que los enemigos se pudieran dar cuenta.
HIDALGO.- Es verdad es
tiempo de irnos. Se necesitan muchas mujeres como la corregidora, que han
sabido escuchar los clamores de su pueblo.
CORREGIDORA.- Con el alma y
la vida lucharé por la libertad de mi pueblo.
SEGUNDO
ACTO
PRISIÓN
DE LA CORREGIDORA
CORREGIDORA.- (paseándose
nerviosa) No sé porque mi esposo me ha en cerrado en mi habitación (meditando)
si el apoyo la causa, sin embargo la conjuración ha sido descubierta es
necesario avisar a los caudillos. (Meditativa)
ahora recuerdo debajo de aquí se encuentra don Ignacio Pérez, que es nuestro
amigo. Tratare de llamarle, tal vez pueda oírme (da tres golpes en el piso)
( se oye quedan tres toques en la puerta)(la corregidora se acerca ala puerta)
CORREGIDORA.- ¿Don Ignacio es usted?
DON IGNACIO.- (por
fuera) Si señora, soy yo. ¿Qué se ofrece?
CORREGIDORA.- Cerciórese usted si alguien nos escucha.
DON IGNACIO.- (después
de breves instantes) Todo está solo, diga usted.
CORREGIDORA.- Estoy encerrada en este lugar y es
necesario avisarles a los caudillos que la conjuración asido descubierta.
DON IGNACIO.- No tenga cuidado su merced; saldré en el
acto.
CORREGIDORA.- Adiós, Don Ignacio
DON IGNACIO.- Adiós, señora, que la patria apremie su
acción heroica. (se oyen los pasos de
quien se retira apresuradamente.
CORREGIDORA.- (sola)
La lucha a comenzado. Todos los buenos mexicanos estaremos del lado de la
justicia.
TERCER
ACTO
EL
GRITO DE INDEPENDENCIA
HIDALGO.- Amigos míos, nos
han descubierto es hora de dar el grito de independencia usaremos como bandera
el estandarte de la iglesia, hoy 15 de septiembre de 1810. México inicia su
libertad.
ALLENDE.- (extiende el brazo al frente con el sombrero
en la mano) Señor cura, pongo mi vida al servicio de la causa.
ALDAMA.- (en igual forma) Y yo.
ABASOLO.- (en igual forma) Y yo
DON IGANACIO.- Y yo también.
HIDALDGO.- Uno mi vida ala
de ustedes. ¡A la lucha!
TODOS.- ¡A la lucha!(sale hidalgo por la derecha: los demás
personajes por el lado opuesto. Después de breves instantes se oye el sonar de
las campanas y el pueblo comienza allegar. Aparece hidalgo acompañado de los
personajes anteriores y portando el estandarte)
HIDALGO.- (Saludando al pueblo) Buenos días,
hermanos
PUEBLO.- Buenos días, padre.
HIDALGO.- (con emoción) En muchas ocasiones han
sonado las campanas y ustedes hermanos siempre han respondido a su llamado
ahora yo les hablo de la manera más cariñosa y sincera, para decirles que
allegado el momento de ser libres.
ALLENDE.- (encendiendo los ánimos) ¡VIVA MEXICO!
PUEBLO.- (levantando los sombreros) ¡VIVA!
HIDALGO.- Es hora de
despertar, yo luchare a su lado hermanos.
ABASOLO.- ¡VIVA EL CUAR
HIDALGO!
PUEBLO.- ¡VIVA!
HIDALGO.- pronto será libre México, aunque la compremos
con nuestra sangre. ¡Mexicanos a las
armas!
PUEBLO.- (entusiasmados)
¡A LAS ARMAS! ¡A LAS ARMAS! (el
pueblo se dispersa)
UN EMISARIO.- (que llega
corriendo) Señor cura, don Mariano Jiménez se encuentra a las orillas del
pueblo y espera órdenes de usted.
HIDALGO.- Nuestra causa triunfara, tal vez nosotros no lo
podremos ver pero las generaciones
futuras lo sabrán. (el pueblo comienza a
llegar nuevamente por todos lados y portando garrotes, instrumentos de
labranza, hachas, etc.)
HIDALGO.- (Ondeando
el estandarte) ¡VIVA MÉXICO!
PUEBLO.- ¡VIVA!
HIDALGO.- ¡VIVA LA INDEPENDENCIA!
PUEBLO.- ¡VIVA!
HIDALGO.- ¡VIVA LA LIBETAD!
PUEBLO.- ¡VIVA!
HIDALGO.- ¡A GUANAJUATO! ABAJO LOS TIRANOS.
PUEBLO.- ¡ABAJO!