Al grave redoblar de los
tambores,
marcando el paso con marcial
donaire,
la tropa marcha, desplegando al
aire
la enseña nacional de tres
clores.
- Mira, madre, prorrumpe un
rapazuelo
que ciñe diez abriles por
guirnalda:
una perla, un rubí y una
esmeralda…
¡Qué engaste más hermoso bajo
el cielo!
-¡Calla, niño, no sabes lo que
dices!
El verde, el blanco y el rojo
se han unido
para escuchar la tierra en que
has nacido,
donde libres y en paz, somos
felices.
El verde es el laurel de la
victoria;
el blanco, del honor limpia
azucena;
el rojo es, ¡ay!, la sangre que
en la arena
regó el martirio y consagró la
gloria.
¡Es la bandera! ¡Mírala! Confió
en que al seguir su inmaculada
huella,
sabrás luchar y sucumbir por
ella.
¡Todo tu corazón dale, hijo
mío!