EL APÓSTOL MADERO
Demócrata incansable
de noble corazón,
alzaste la protesta
en contra del tirano
para salvar a México
de la vil opresión.
Treinta años de injusticia
treinta años de opresión,
que el pueblo esclavizado
sentíase humillado
bajo la dura mano
del mísero patrón.
Gobierno y hacendados
tenían esclavizado,
al pueblo sin razón,
la ley sólo era el crimen
y como única bandera
la infame explotación.
Pero surgió una chispa
de luz como un reguero,
que iluminó la cima
que hizo arder el risco,
bajo el mandato noble
de Francisco I. Madero.
Y al fundirse los hierros
que forjara el tirano,
el esclavo irredento
sintió nueva emoción,
al sentirse ya libre
y al sentirse ya sano,
de las garras infames
de la vil opresión.